El ente

Acá estoy en lo de mis viejos, y mientras bajamos con Efe y Damon la película de Tokio Blues (basada en la novela de Murakami), y mientras mi vieja hace la pizza, mi viejo acaba de ver el partido y mi hermanita y mi cuñado escuchan los temas que compuso mi hermano, aproveché para tirarme en la cama a leer el libro de poemas de Nicolás Igarzabal, autor del blog Espíritu Rock, que a mi hermano se lo prestó Tati.
Se llama Rutina Caracol, calculo que hay referencia a mi tema favorito de Los Visitantes, y reúne una serie de textos que suenan genuinos y cursis (en el mejor sentido de la palabra, como cuando uno de repente entiende que ser genuino y cursi tiene todo el sentido del mundo). Nico es amigo de amigos míos así que lo conozco pero no demasiado; lo vi en cumpleaños y alguna fiesta o reunión o recital y vino a pasar música en el primer Cronotopo -el ciclo de arte que organizabamos con Julia-, pero si hubiese sabido que escribe así lo hubiese invitado a leer y no a pasar música. No porque no sepa de música, de hecho sabe, pero simplemente me gusta más que la gente escriba poesía. Me sorprendió gratamente el libro; es independiente, sincero, genuino y rockero como su blog (en el que demuestra casi siempre una mirada aguda y rápida), así que esperamos encontrarlo en algún lado, porque ahora, tanto mi hermano como yo, lo queremos comprar, para tener o para regalar. Es un buen primer libro, muy lindo, y trae joyitas como esta:

"...descubrí
que no era el cover
de ninguna otra persona
dejé de hacer playback
y de fingir las muecas
frente a la cámara
para silbar
mis propias melodías,
para desafinar
por mi cuenta

las poesías
son verdades absolutas
maquilladas de ficción
tienen más realidad
que los noticieros
más sangre
que los diarios
y más clima
que el servicio meteorológico

las poesías
son globos aerostáticos
que nos elevan con helio
hasta lo más alto
son chalecos salvavidas
que nos sacan a flote
inflados de apuro
por estos mismos pulmones
con los que ahora
estoy soplando las velitas".