27.9.11

Lo que alimenta

Así haciendo la noche morada dentro de la noche
el dolor en el dolor el genio y su extravagancia
la religiosidad es muda y calla trayéndose
consigo lúgubres llamas que no piden gracias
sino sólo el sentido del fuego sino sólo el ardor
del sentimiento
se comen aguas por todas partes
como si ninguno hubiera jamás asesinado
un cordero o hallado una buena carne
se comen cosas absurdas
sobre una fingida servilleta donde cada cosa está
por extravagancia y no
por hambre sola.

Alda Merini, del libro Clínica del abandono.

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