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Heber me dejó una carpeta de Dancehall + Dubby que no puedo parar de escuchar, ni en mi casa ni por la calle. Me mantiene súper arriba, me dan ganas de saber tocar el bajo y por ahí estoy parada en el colectivo esperando para bajar o en el cordón de la vereda esperando cambie el semáforo y me doy cuenta que estoy bailando.

En este momento estoy tomando un licuado que me preparé, de arándanos y almendras orgánicas, con un poco de leche de arroz (que creí que no me iba a gustar pero no se nota), y tengo la heladera llena de frutas y verduras orgánicas y eso me pone contenta.
Ayer fui al barrio chino a hacer compras, ir en la semana es lo más, y aún así está bastante poblado, lo mejor debe ser a la mañana. Compré una vaporera de bambú y muchas cosas para cocinar rico, como miri y salsa teriyaki, además de otras cosas muy sabrosas.

Ayer vi la peli nueva de Woody Allen y me pareció brillante, muy poética y bien lograda, además de actuaciones del carajo. Me alegró que volviera a hacer algo tan bueno porque todas sus últimas pelis no me parecieron la gran cosa.

En fin. Esta semana (empezando esta mañana que pasó) tengo un plan muy detallado de acción para cumplir un objetivo que tengo, ya escribiré sobre eso.

Y bueno, elegí escuchar dancehall y dub y tomar algo sano y pasear esta tarde e ir anoche al cine y todo lo demás, porque uno siempre puede elegir otra cosa; sobre todo, algo bueno o mejor. Por eso, para ir terminando: ojalá ABSOLUTAMENTE NADIE VOTE A MACRI. Gracias.

¡Excelente fin de semana!