23.9.12

Los sábados por teléfono no se mencionan apellidos

Quienes me conocen saben bien que no me gusta hablar por teléfono. Salvo que sea por una causa mayor ni mis amigos ni mi familia me llaman. Hablo por trabajo porque no me queda otra, y hablo si pido comida por delivery y eso es raro que pase. Casi nadie tiene mi número de teléfono fijo. A ese lo atiendo solo en raptos de buen humor porque no tiene identificador de llamadas. Si es un amigo mío va a volver a llamar, o llamarme al cel o mandarme un mensajito, pienso. Mi familia, entonces, unos amigos muy cercanos y algún ex compañero de laburo.
Ayer sonó el teléfono. Apenas me despertaba así que no atendí. A la tarde volvió a sonar. Estaba en el balcón, tardé en atenderlo, del otro lado silencio, tuve que decir hola dos veces para que me respondieran: Con Cecilia Martínez, por favor. El tono fue raro (y que dijeran mi apellido, y que pidieran por mí sabiendo que vivo sola). Pensé que era x persona haciéndome un chiste así que para seguirle el juego respondí "no está". Silencio, receptor descolocado ante mi respuesta. Cortó sin decir más nada.





Ayer encontré un poema viejo y lo subí a tumblr. Respecto a la llamada, eso era todo.








2 comentarios:

  1. Jodeme. Me muero de intriga. Yo cuando suena el teléfono voy corriendo a atenderlo.

    ResponderEliminar
  2. La sumo a la lista de intrigas. Como cuando hace unos años me mandaron una carta por correo postal: un sobre que adentro solo tenía un papelito de 1 x 5 que dice en birome "Gracias, por todo". ¡Den la cara!

    ResponderEliminar