Una mañana Manuel Vilas sacó todo su dinero de los bancos.
Fue a las cajas de ahorro, fue a las compañías de seguros,
vendió su coche, anuló su plan de posesiones,
se lo llevó todo en efectivo, un buen fajo de billetes calientes.
Qué bien, dijo, qué fuerte,
y todos los empleados y los directores querían disuadirle
pero Vilas tenía unas ganas infinitas de pasarlo bien.
Y luego se fue a ver enfermos,
a ver emigrantes, incluso se fue a las cárceles.
Quería ser un santo espectacular, tenía esa marcha,
tenía esa gran ilusión.
Quería ser Cristo, Lenin, San Pablo,
quería ir más allá del orden, de la naturaleza y de la vida.
Recorrió la ciudad de Zaragoza repartiendo dinero.
En Conde de Aranda, dio mil euros a tres árabes,
que le besaron los pies, y las manos, y se arrodillaron.
En el barrio de Delicias, en la calle Barcelona,
dio trescientos euros a una negra africana,
y ella quería comerle el sexo al buen Vilas,
pero Vilas dijo "no, nena, hoy soy un santo,
hoy soy San Vilas,
consérvate para tu marido, él te necesita,
y yo os bendigo; anda, nena, ve en paz".
Y Vilas se echó a reír.
Fuego, qué fuego más grande,
y siguió repartiendo, a una vieja china
de un todo a cien le dio seiscientos euros,
y la vieja le hizo una foto de diez millones de megapixels
y la amplió y la enmarcó y la colgó
en mitad de su tienda con dos velas debajo.
A un vendedor de La Farola, ese periódico
de los pobres, le dio ochocientos euros.
Y el vendedor se echó a llorar y ardía
como una vela en mitad de las catedrales antiguas.
Vilas quería ser un santo, tenía esa marcha.
Toda la mañana y toda la tarde estuvo quemando su dinero.
Miró la atmósfera y se estaban abriendo los palacios celestiales.
Estaba enamorado de sus semejantes.
Nunca vimos a nadie tan enamorado.
Manuel Vilas (Barbastro, 1962), de Amor. Poesía reunida 1988-2010
Fue feliz y se creo Santo por un dia. Muy bueno
ResponderEliminarBeso
hermoso relato... pero después pesando un poco es contraproducente... entonces la felicidad de la gente es el dinero? eso lo hace a uno feliz? que mal no? salu2...
ResponderEliminarCuando el arte ataque
Beso, Gardenia!
ResponderEliminarJLO, yo creo que el eje del poema es que Vilas se enamora de sus semejantes y experimenta el placer del desapego. Él es el protagonista. Después sí, hace feliz a otra gente con dinero, pero según da a entender es gente que lo necesita; por ahí la felicidad de la gente no es el dinero sino la tranquilidad y el problema no es la plata sino la sociedad de consumo. Igual hilamos fino, ya que cada lector puede interpretar lo que quiera de un poema, yo prefiero creer eso! Salud!