El caos de fotocopias de apuntes, poesías impresas -propias y ajenas- y libros que hay sobre mi escritorio, a un costado del mate, es precioso. Me gusta tanto así como ordenado. Parece que están relacionándose unas cosas con otras y que van a salir de ahí unas criaturitas simpáticas.
En la otra mesa, una caja llena de esmaltes de colores, acrílicos, crayones, pinceles, marcos de cuadros, revistas, resmas de hojas de colores y papeles de todo tipo que guardo a lo largo de años pensando que van a servir para fanzines, para regalos, para obras, para collages. Cosas que en algún momento mutan a otras formas.
Ida y vuelta de mails para concretar reuniones, viajes, libros, zines, ciclos, vacaciones, cenas, fiestas, notas, asados, sorpresas para otros y también para mí. Palabras de amor. Noticias que emocionan. El otro día conversando Incardona nos dijo a Dani y a mi que "diciembre es el viernes del año" y lo tomé como premisa; por el espíritu de ese día pero no como el fin de algo sino como el comienzo de lo más lindo, que es el fin de semana.
Ah, y me cambié el avatar, porque en la foto estaba dormida y ahora ando despierta. Y porque el otro era en blanco y negro y este es de color y con luz, más acorde al momento. Ahora voy a preparar mates nuevos y a darme una ducha a ver si antes de irme llego a leer unos textos. También quiero ver cómo esta noche florecen las semillas.
Ah, y me cambié el avatar, porque en la foto estaba dormida y ahora ando despierta. Y porque el otro era en blanco y negro y este es de color y con luz, más acorde al momento. Ahora voy a preparar mates nuevos y a darme una ducha a ver si antes de irme llego a leer unos textos. También quiero ver cómo esta noche florecen las semillas.
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