La mujer nueva

Es una sensación dulce como la victoria, porque es victoria. Es primitiva pero sabia y evolucionada a la vez. Alegre, porque la risa del espíritu hace florecer la mirada y poderosa, porque se sabe guía. Salvaje y profunda. Humilde sin desconocer sus virtudes. Genuina. Inmensa (todo lo llena). Tan real que es surrealista. Flamante, como toda novedad. Nómade como las olas, no para de moverse pero es consciente de que el mar es su casa. Es una sensación fresca y cálida como la brisa de verano. Inabarcable como el cosmos pero cabe en mi cuerpo. Se siente tan bien que he decidido cobijarla por siempre. Hola sensación, me gustás mucho. ¿Querés tomar algo? Bienvenida.